Las sobretensiones transitorias se producen a causa de descargas de rayos, operaciones de maniobra en circuitos eléctricos y descargas electroestáticas. Sin las medidas de protección adecuadas en forma de descargadores para rayos y sobretensiones, ni siquiera el robusto sistema de alimentación de baja tensión de un edificio o de una planta industrial es capaz de resistir la energía de una descarga atmosférica.
Las sobretensiones son muy cortas y tienen una duración del orden de millonésimos de segundo. No obstante, las tensiones suelen presentar niveles muy elevados y por lo tanto son capaces de destruir los circuitos electrónicos o el aislamiento entre los circuitos impresos de un sistema.
Para evitar que las sobretensiones destruyan los equipos eléctricos es preciso maniobrar todas las interfaces que estén expuestas a dichos riesgos tales como las entradas de señales y los componentes de la alimentación de energía eléctrica, con aparatos de protección contra sobretensiones.
Los Descargadores para Rayos y Sobretensiones pueden ser monofásicos o trifásicos.